El
12 de setiembre de 1881 la Comunidad Pasionista adquiere el terreno para la
iglesia en la manzana formada por las calles: Gral. Urquiza, Estados Unidos,
Carlos Calvo y 24 de Noviembre. El nuevo terreno se encontraba a 35 minutos de
caminata del centro de la ciudad.
Allí,
el 6 de enero de 1883, se abrió al público una capilla de madera y zinc,
pequeña, casi perdida en la inmensidad del campo y acompañada por las
habitaciones que era la residencia provisoria de los religiosos. Esta capilla
fue el centro para los irlandeses y también para la gente de la zona, que vivía
alejada de la posibilidad de la atención religiosa.
La
capilla fue quedando de a poco chica y el sueño de construir un templo propio
se fue haciendo cada vez más latente gracias a los donantes. Así fue que el 4
de mayo de 1890 fue colocada la piedra fundamental del templo. Cuatro años más
tarde, el 11 de marzo de 1894, se inaugura la Iglesia de Santa Cruz. En la
inauguración estuvo presente el presidente de la Nación, Dr. Luis Sáenz Peña.
El
templo es de dimensiones medianas, tiene: 42 metros de largo, 19 metros de ancho y 19
de alto. Tiene tres naves, la central con una bóveda ojival y dos naves
laterales más angostas. Su estilo es gótico normando. La entrada principal se
encuentra en la calle Gral. Urquiza, la misma es de madera y hierro. Sin
embargo, por la calle Estados Unidos existe otra entrada, ya que cuando fue
inaugurada existía como costumbre que los hombres y las mujeres entraran por
distintos lados. Las esculturas son todas de Juan Bertini, quien realizara
también obras importantes para el teatro Colón. El 90% del piso aún es del
material original, mármol y granito.
El
altar es actualmente de mármol de Carrara. Acompañan a éste cuatro altares más.
Hay uno a cada lado del altar mayor. Ambos son de 1895. Uno está dedicado al
Sagrado Corazón, el otro está dedicado a Nuestra Señora del Carmen. El tercer
altar esta dedicado a San Pablo de la Cruz y el restante a San Patricio.
En
los laterales se encuentran las escenas del Vía Crucis, obra en su mayoría del
pintor alemán Enrique Eberle.
Los
vitrales fueron fabricados en Dublin y donados por miembros de la colectividad
irlandesa en la Argentina. Están realizados con los colores de las piedras
preciosas: gema, topacio, berilo, diamante, jaspe y verde esmeralda.
Los
bancos son de cedro paraguayo. El diseño de los mismos es de estilo gótico y
todos llevan el escudo pasionista.
La
iglesia tiene uno de los mejores órganos de Buenos Aires, el primero data del
año 1900, después tuvieron otro en 1916 y el último data del año 1931. Allí se
han realizado importantes conciertos.
La iglesia fue consagrada el 3 de septiembre de
1896, en conmemoración de ello, así como el día de su inauguración, en la
entrada lateral se pueden encontrar placas que dan fe de ello.
Casi
130 años atrás, el 6 de enero de 1887, abrió sus puertas una pequeña capilla en
la que llamaban la “manzana de la caridad”, entre las calles Caridad (hoy
Urquiza), Estados Unicos, 24 de Noviembre y Carlos Calvo.
El
terreno que hoy ocupa el templo había sido comprado en 1881 por el padre Fidel
Kent Stone para la comunidad de los hermanos pasionistas.
La Comunidad Pasionista había sido fundada en 1720 por el genovés Pablo de la
Cruz y en nuestro país, al que llegaron en 1874, atendió principalmente a la
comunidad irlandesa.
La pequeña capilla era una construcción de madera y techos de zinc, casi
perdida en los campos despoblados que eran entonces estos barrios. Estaba solo
acompañada por las habitaciones
que servían de vivienda a los religiosos y pronto se convirtió en el centro de
las actividades de la comunidad irlandesa, además de los criollos que se
afincaban en la vecindad.
La intensidad de la convocatoria hizo que a poco la capilla resultara
insuficiente y se comenzara a planificar la edificación de un templo mayor.
Gracias al esfuerzo de los donantes, el 4 de mayo de 1890 pudo colocarse la
piedra fundamental de la nueva casa.
La historia del compromiso
Considerada una insignia de la resistencia a la dictadura, la Iglesia de la
Santa Cruz fue declarada monumento nacional mediante un decreto firmado por la
presidenta Cristina Kirchner en 2007. En los fundamentos del mismo se destaca
que los religiosos pasionistas pusieron a disposición de Madres
de Plaza de Mayo ese templo para iniciar la búsqueda de familiares
desaparecidos.
La
Iglesia de la Santa Cruz, en el golpe militar
María
del Rosario Cerruti, Madre de Plaza de Mayo, hace un recuento de lo sucedido
Durante
1977, Mateo Perdía, párroco de la Iglesia de la Santa Cruz, abrió las puertas
de la congregación para recibir a las Madres de Plaza de Mayo y familiares de
desaparecidos que allí se reunían. Acá se reunían los familiares de: Angela Aguad, Raquel Bulit y su marido
Gabriel Horane, Patricia Oviedo, las Madres de Plaza de Mayo Esther Careaga y
Mary Ponce y la religiosa francesa Alice Dumon. El plan se completaría con el
secuestro de Remo Berardo, el de José Luis Fondevilla junto a Horacio Elbert,
el de sor Leonie Duquet en su capilla de Ramos Mejía y el de Azucena Villaflor,
líder natural de las Madres, a quien “levantaron” en la Avenida Mitre de
Sarandí. De esta manera, con la infiltración de Alfredo Astiz en el grupo de
familiares de la Iglesia de la Santa Cruz, la Armada logró desarticular a uno
de los grupos de resistencia más activos contra la dictadura.
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